martes, 19 de junio de 2012

De ligar va la cosa...

Y sí... Se estrena el primer vídeo de Cimborrio Andaluz... Ahí os queda un vídeo haciendo lo mejor que sé... Hacer monólogos... Improvisados... hablar... y encima de mi cátedra EL LIGUE... Todo un éxito asegurado jaja Agárrate Salvador Raya que te hago competencia...


miércoles, 13 de junio de 2012

Crónica de un suspenso anunciado

Hace tiempo que desperdicio mi vida en la cama y como no tengo tema o inspiración no escribo. Grabé una entrada de vídeo hace ya una semana pero por problemas con esta tabla de cera, porque quien sepa cómo es mi ordenador sabe que es un nombre que le viene al pelo, no he podido editar ni subir.

Pero os pongo sobre aviso. El vídeo promete... promete mucho humor del malo... va a rozar lo horroroso... El mal gusto y la poca gracia todo en uno. Nada, ni siquiera un vertedero, puede reunir tanta mierda. Con esto pretendo que os imaginéis lo peor que podéis ver por debajo incluso de Salvador Raya o el vídeo de Leticia Sabater y a ver si cuando lo veáis sólo es malo a secas. 

Pero el tema de hoy es lo que hacemos muchos en esta vida. ¿Cuánto tiempo nos puede quedar para estudiarnos un examen y terminamos estudiando dos días antes? ¿Un mes? Pues si ya va bien un día. Me ha quedado una asignatura. Hace cosa de menos de un mes que me enteré que tenía que recuperar y la vida continuó. Me preguntaban por las notas y yo decía sí me ha quedado ésta, así que a estudiar. También me decían que por qué seguía en Madrid y yo les respondía sobradamente  "¿Para qué me voy a Cádiz? si allí no voy a estudiar..."
A mí es que me gusta echarle las culpas a algo y Cádiz me venía muy bien como excusa... Pero aquí sigo casi 20 días más tarde, y ni siquiera se ha pasado por mi casa el remordimiento o el agobio... o el sentimiento de responsabilidad... Y eso que conmigo tienen cita habitual. 
Mi espíritu salvaje ha salido. Al menos dirás "Buah, seguro que has estado de vacaciones o haciendo algo guay"... Pues no, pero bueno tocarme los huevos lo he hecho de lo lindo. 
¿Qué hago días antes de mi examen de recuperación del viernes?
-Martes- Recoger a mi prima del colegio dos veces e irme a casa a estudiar pero terminar grabando en el ordenador.
-Miércoles- Frustrados Los 100 Montaditos, por lo que me van a desterrar en breve de mi tierra, me he tirado en la cama a ver Match Point... Que se me ha pillado 4 veces sin exagerar y he empleado en verla 3 horas, una más de lo que dura. En lo que queda de día iré al Mercadona a comprarme redbulls de marca Hacendado para petarlo (espero) esta noche o mañana...
-Jueves- No sé que pasará mañana... Espero quedar con Agobio y Angustias, al menos nunca me han fallado. Un momento...Mañana juega España... ¿qué pasará?

Pero ya te digo que hago yo el viernes... Estos exámenes anteriores no tenía nervios antes de empezar (cosa bastante extraña en mí) y no sé qué pasará este día, pero seguramente habré hecho un balance de todo el tiempo perdido en lugar de estudiar e iré resignado al examen. 
Delante del examen me santiguaré con la esperanza de que el espíritu santo me bese con su piquito en mis morros y me conceda por gracia divina un 5. Pero sí, cuando vaya a darle la vuelta al examen, los nervios me harán temblar como si de un terremoto se tratase. 

¿Dónde están nuestras madres cuando necesitas un "Si emplearas el mismo tiempo en estudiar que en aprenderte los nombres de los Pokémon sacarías sobresaliente"? Bueno ahora no son Pokémon pero seguro que era más fructífero eso que lo que hago ahora.

Lo siento, pero yo estoy de vacaciones.

domingo, 3 de junio de 2012

El punto que ordena

Un punto en el que lo que era el resto se convierte en lo que falta, los días que vendrán en los que vinieron, en lo que falta para el final en el fin, en el que las horas no se cuentan desde el presente hacia adelante sino hacia atrás, en el que la esencia del tiempo gira la percepción de la vida.

Un punto en el que el ocaso da paso al amanecer y mientras amanece se pone el sol. El leve instante en el que el penúltimo día pasa a ser último y en el que el último da paso al ayer. A lo mejor un momento esperado pero que no volverá. Sólo será materia con la que el recuerdo construirá una parte de lo que fue. Darse cuenta de que las veces se marchitan sin dejar semillas.