miércoles, 18 de abril de 2012

La crueldad de decir la palabra gordo

Dios me ha castigado. Eso de ir llamando puta gorda a la gente no podía quedar impune y así ha sido. Iba a salir a la universidad y mi compañero el chino, ese que os dije que bailaba en el salón con los amigos vascos de mi otro compañero me llama.

Oigo levemente: ¿Néstor puedes venir? a lo que yo respondo:

"¿Me has llamado?"
Chino: Sí
Le vi la cara muy sonriente, algo que me intrigaba porque no es la primera vez que me coge cosas sin preguntar o me pide algo.
Yo: ¿Qué pasa?
Chino: Gira la cabeza. Ponte de perfil.
Yo: ¿Por qué? Y seguidamente giré la cabeza.
Chino: Estás más gordo (con una sonrisa que ni Jackie Chan siendo hospitalario)

Yo le contesté haciéndome el chulo pero con la dignidad por los suelos.
"¿Ahora te das cuenta?" Tengo más cara, ¿no?
Chino: Sí (Con una RISA que ni sus muertos). Yo eso lo noto que soy bailarín.

¿Para eso inicias la conversación? Sólo para llamarme gordo. Manda cojones. Tú tienes los ojos rajados y no resalto lo evidente. ¡esto es HUMILLANTE!

Lo gordo no quita lo sexy, mira a Matt Damon

Algo que siempre me ha fascinado es la forma que tiene la gente de decirte gordo. ¿Por qué es fascinante? Muy sencillo. Llega un día en el que crees que pasará todo sin pena ni gloria. Un día más. Pero no, te lo joden. Llegas, te cruzas con alguien y en un momento de la conversación te lo sueltan... En un momento cualquiera no... Las ganas de joder le reconcomen y si no te sacan a la tercera frase que intercambias eso de estás más gordito no son felices. Que ya lo sé. ¿Pero no tienes vista? Déjame con mis michelines que estaré más feliz que tú sociego/a de los cojones.

Éste sería el prototipo de conversación cuando te llaman gordo:

Persona desconsiderada: Hola
Sujeto al que hundir: ¡Hola!
Persona desconsiderada: ¿qué tal todo?
Sujeto al que hundir: Bueno, bien ¿y tú?
Persona desconsiderada: Tirando... Oye, ¿estás más gordo no?
Sujeto hundido: Bueno, no sé... Habrán sido las vacaciones...

Aquí se te viene la moral a niveles remotos del subsuelo. Te preguntas si se te notará tanto, que cuánto te has pasado comiendo mierdas... Pero que te vean entrando a la cocina y te llamen expresamente para decirte con una sonrisa de oreja a oreja "gordo" mientras irónicamente se comen una hamburguesa del Burger King, eso es mala leche.

A día de hoy estoy triste. No sólo me llaman gordo, tampoco he ido a los 100 Montaditos y, claro está, todo unido a tener que estudiar me lleva a la depresión. Sólo espero que Manue' me alegre el día.

Nota: Lo de que voy llamando puta gorda a la gente es sólo por la entrada que hice a la cajera... En la vida real no voy diciéndolo eh

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