Las graduaciones son una de las antiguas celebraciones más largas y tediosas existentes para cualquier ser humano.Yo he ido a la de mi primo (4º de ESO). Pero a todos aquellos que piensan que me metía en una graduación de un colegio normal están equivocados. Todo cambia si ese colegio lleva católico detrás. Y todos los que hemos ido a un colegio católico sabemos que además de misas de bodas o muertos se hace misa del aire si es necesario.
La cosa empeora si la "graduación", quiero decir misa, es a las 5 de la tarde habiendo comido a las 3 y 30 y con un calor de la hostia. Y ya se sabe que en la digestión te da el bajón y tratándose de estos casos más. Porque hay una especie de conexión desconocida entre lo importante y el sueño, al menos a mí me pasa. Tengo que estudiar, me duermo. Tengo que atender, me duermo. Pero se sobrellevó aunque menudas cabezadas daba en el sillón de casa de mi tía esperando salir por esa puerta.
Llegué y una vez sentado en los bancos de la iglesia del colegio, con aire acondicionado y luz tenue, me empecé a sentir a gusto. Demasiado a gusto. Casi me empezaba a dormir... Pero no. Nuestro querido amigo el sacerdote tenía reservada una homilía espectacular y amena y en la que sacó a dos chavales inocentes al altar cogiéndolos de las manos y moviéndose al más puro estilo balada-concierto, de lado a lado, sin complejos, mientras se cantaba una canción de esas de misa en las que nunca faltan los "bis" de las palabras gloria, señor y aleluya. Esos dos chavales quedarán marcados para el resto de sus vidas como "pringaos". Pero es que es verdad, yo no sé que tienen estos hombres con incluir a diestro y siniestro esos vocablos como Pitbull y su dale.
Pero lo que está más que claro es que este cura, y en general todos, desaprovechan el poder de su lengua. Hubo algo que me sacó de la inopia, una frase como: "Aquellos que están todo el día en la calle, aquellos que buscan seSo". ¿A qué viene esto del seSo señor? ¿Qué pretende usted? A ello siguió con la batallita típica del viaje al extranjero, que en este caso iba de Corea y una mujer muy rica que visitaba presos... Bueno.. Interesante... Me enteré de que sólo el 10% de la población es católica pero que en las iglesias tienen mucha fe interior y silencio. Fue decir silencio y una niña empezar a llorar.
Y es que en el 97% de todas las misas no puede faltar ese bebé que con su llanto joda a todas aquellas señoras de al lado, porque casualmente siempre están al lado, y que exteriorizan su cabreo a través de comentarios tales como "es que para qué lo traen tan pequeño" o "qué falta de educación". Señoras que se meten y viven más la palabra del señor que ver Avatar en 3D.
Avanzó la ceremonia, y en uno de los momentos en que paré de mirar las vigas de hierro del techo, tocaba dar la paz. Que está muy bien ese acto fraternal... pero estaría mejor si estuviera al lado esa chica buenorra que está sentada en los bancos de la periferia, como ocurre en las comuniones de primos pequeños, y pudieras hacer un choque falso de caras acabado en pico. Pues yo di la paz no sólo a mi tía, y a la señora de al lado, sino que mis intentos de hacerme el tonto fueron tan inútiles que después de tanto esquivar, aparté por voluntad propia a la desconocida de mi lado para darle la mano a un señor desconocido que me miró como diciendo: "¿Tú que haces chaval?". Así, sin más, directamente... Se me pasó el tiempo mirando el techo, la pared y el suelo y tuve que actuar
Yo he llegado a la conclusión de que todas las misas son iguales. Son formato estándar. Le pones una pareja: una boda. Un ataúd: un funeral. Una pila: un bautizo... Una graduación: un tostón.
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