viernes, 2 de marzo de 2012

Amistad-tarta-yogur

Últimamente parece que en el estuche de la vida llevo la regla, porque sí, estoy sensible y me da por reflexionar y sopesar la realidad (qué dolor de pezones jaja). Es complicado pensar que todo acaba y que algunas relaciones tienen fecha de caducidad. Es como aceptar que vas a tomar el postre. Un yogur o una porción de tarta que disfrutas y saboreas de la forma más lenta e intensa (uy, uy, pero qué sibarita), y que sólo durará mientras tengas en la boca la comida, mientras te queda el sabor o mientras lo recuerdes.

Lo que diferencia estas relaciones del postre es que sabes que al menos hay posibilidad de pedirlo aunque dudes si tomarlo. Pero otras, más que postres son regalos, porque ni siquiera los esperabas. Regalos que te ayudan a seguir (todos sabemos que soy adicto a las grasas saturadas de diversas galletas, bollos, y mierdas varias). El día menos esperado y en que más lo necesitas te arrancan una sonrisa que te hace olvidar cosas que no tenían importancia, y piensas en parar ese momento, guardarlo en un recoveco de tu mente y seguir riendo. Y ahí te sientes afortunado. Espero que el postre sea más largo que un brazo gitano y que a cada trozo me sorprenda con un sabor nuevo. No quiero creer en fechas, ni en metáforas tan malas como "postre-regalo" (Ni que fuera un Happy Meal hostia). Me siento agradecido y espero engordar a vuestro lado hasta llegar a ser un GORDACO BIEN FORMADO.

Gracias

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