domingo, 12 de febrero de 2012

Convulsionando

Amigos... todo aquel que se considere (valga la redundancia) mi amigo sabe que he convulsionado... y no sólo lo sabe sino que también hace la gracia de terminar mi frase cuando cuento algo diciendo: "y convulsionaste".

Convulsionar está guay... es algo bastante entretenido, de hecho no sé porque el mundo no convulsiona de manera más habitual.

Todo comienza un martes 27 de diciembre (quieras que no tu primera convulsión siempre la "recordarás" como algo muy bonito e íntimo, aunque no sé si será porque muy consciente no estás).

Tras sacarme una muela del juicio, me disponía a ir al casco antiguo de Cádiz... Llegué a mi casa y puse en el estado del tuenti "extraída pieza 38" y tal salgo por la puerta empiezo a flipar tela, por flipar entended tener muchísimo frío de repente y tiritar amargamente... bajo los escalones hasta llegar a la puerta del portal y antes de salir me apoyo en la pared. Encogido voy subiendo escalones... Que más que una persona parecía un taladro demoledor, que para que todos nos entendamos es lo que todo obrero que trabaja en la calle utiliza para joder el suelo y los oídos de tantas personas...

Bueno que en 20 minutos estaba en la cama tapado hasta el cuello con mil mantas, con mi hermano encima y sin entrar en calor... a lo que por lo que se ve en cierto momento comencé a "emocionarme" y venga mover la cama y a mi propio hermano. Vamos que parecía la niña del exorcista...

Tras estos momentos tan intensos me dijeron que deliré al más puro estilo Gabriel Pascual conocido en YouTube como reportero nervioso o decir cosas que no vienen a cuento como la mujer del Canal 24h, que a pesar de su pelo de los años 80 doy fe de que su emisión es cercana en el tiempo. Yo, concretamente, dije "tengo lava" y "córtame por la mitad", de eso último creo acordarme porque mi hermano decía "¿qué te corte…?". Pues nada que al día siguiente tenía que contar mi hazaña y como es evidente la difundí a todos los que pude. A partir de entonces me dio un aire y me quedé así.

P.D.: A mí no me hizo falta ingresar en ningún hospital o ir al médico, porque soy un “peazo” tío y si convulsiono no pasa nada, no como nuestro reportero nervioso por una subidita de tensión como pone en los comentarios en su defensa. Subidita del índice de paro si no hace bien su trabajo... ¿Te imaginas?

Mirad a este hombre:

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