Mi filosofía

Esto va a ser más corto por consejos de un amigo ya que tanta letra os echa pa'trás. ¡Ah no! ¡que eres la única persona que ha entrado al Blog!

Yo voy haciendo el ridículo por la calle... ¿Y QUÉ? creo que la gente debería hacer más el ridículo porque sinceramente es bueno para quitar caras mustias y asquerosas... Otra cosa es que te tomen por loco...

A mí por ejemplo me gusta mucho hacer la trompetilla o "cimborrios" por ahí... por hacer cimborrios entended poner postura obscena con un objeto de diversos tamaños simulando un miembro... (con una particularidad que ya sabréis más adelante, esto es un rollo para que os metáis). Sí amigos... "ese" miembro... no Curi, que es el único que me sigue (mirad a la derecha si no comprendéis), sino el de ahí... la jeringa vamos. Sí, soy soez (mal hablado, que no un cerdo). Yo me planto en plena calle con mis amigos y lo grito.

¿Lo gritas tú? Yo me siento libre como el viento y lo que piense el resto ¡bah! Me cuelo en el IKEA y aunque me mire la gente, cojo las cosas, me las coloco y sigo gritando. Pues a toda esa gente le dedico estas fotos tan sugerentes en las que, amigos, no es una rata muerta lo que tengo en la cabeza sino mi flequillo. Sé que puede parecer un peluquín pero es por lo sano y brillante que lo tengo.

¿Qué? ¿Qué me decís de la cara de indignada de esta mujer? ¿Del hombre? ¿Y de la del panda? Frenética ¿eh? Al final de la entrada veréis la reacción del panda...

Sí, ahí detrás hay un niño traumatizado...

Secuelas del panda: